Te arranqué de mi memoria
con un zarpazo de furia
porque no entiendo las razones
de tu odio y rencores.
Te arranqué de mi memoria
como se abate un árbol,
sin conciencia y sin dolor.
Simplemente lo hice.
Una mañana triste,
en la que el viento desperezaba
las hojas que dormitaban en el suelo,
te arranqué de mis recuerdos.
Y te sumergí en lo más hondo.
donde podré sentirte,
donde no podré verte,
ni tan siquiera intuirte.
Te arranqué de mis recuerdos
y con la fuerza de las horas
sellé tu olvido.
Te arranqué de mi historia
y te enterré, junto con tu piel,
difuminando en el aire tu perfume,
tus caricias y tu aliento.
Te arranqué de mi historia
y, allí donde tu estabas,
deposité un ramo de rosas
que muestren mi sentir
cuando tu estabas.
Ahora sólo me queda
decirte, de forma callada:
“Que seas feliz y hasta otra,
mariposa”.
2 comentarios:
QUÉ BUENO...Q UÉ MARAVILLA SI FUESE CIERTO
CÓMO ME GUSTARÍA SABER ARRANCAR DE MI MENTE, superar de una p. vez los p. recuerdos... las cosas no son cómo se viven sino como se recuerdan¡¡
si sabes la pócima mágica, el hechizo que embruja, el te moruno que lo consiga...házmelo llegar
quiero sonreir al cielo, reir con el mar y mis AMIGOS, brindo por todo lo que espero de GRANADA¡¡
UNA que se siente solitaria..
cómo están tus sentidos?? creo que tenemos lenguajes similares, lo intuyo
si quieres ponerte en con-tacto conmigo sugiéreme un susurro y tecleamos nuestros ritmos
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